Cada final de año es una invitación al balance. Cuando se mira hacia atrás, para comprender o revalorizar lo hecho con la experiencia que entregó el calendario transitado. Por eso, y si bien el 2018 no fue un año muy prolífico para la discografía del jazz argentino, una rápida enumeración muestra un puñado de muy buenos registros y la persistencia del trabajo independiente, ante la repetida indiferencia de los grandes sellos. Bajo estas líneas, y en una enumeración tan injusta como arbitraria, tan solo algunos de ellos…
Vidas simples. Juan Bayón. (Ears & Eyes)
“Vidas simples” es el esperado regreso a los estudios de Bayón como líder de su propio grupo, tras el notable “Control”, de 2014, con el que ganó el premio del Fondo Nacional de las Artes El trabajo, editado por el sello Ears & Eyes, de Chicago, muestra al contrabajista en pleno proceso creativo, con una música elaborada y atractiva, que demuestra además su madurez compositiva. Sin dudas uno de los mejores discos del año.
Los vínculos. Paula Shocron (Nendo Dango Records)
El último trabajo discográfico de Paula Shocron es todo un manifiesto cultural. “Los vínculos”, que así se llama, propone el desafiante viaje de una artista inquieta y nada complaciente, que asume los riesgos de toda aventura creativa. Aquí Shocron se sumerge en el universo de las Variaciones Goldberg de Johann Sebastian Bach y las reinterpreta, improvisa y las interviene; bajo la brújula de unas pocas palabras que ofician de guía, para un derrotero a puro riesgo y pasión.
Semimundos. Origami (Club del disco)
Origami, el grupo que lidera la cantante Victoria Zotalis, editó su primer trabajo discográfico: “Semimundos”, una creativa búsqueda de nuevos espacios sonoros, que abrevan en el jazz, el blues o el rock, con irreverencia y humor. El trabajo cuenta con dirección y arreglos de Gustavo Centurión y la participación de Sebastián Zanetto en piano, como músico invitado.
Memoria. Hernán Maldelman (BlueArt)
Hace tres años Hernán Mandelman formaba uno de los grupos más sólidos y novedosos de la escena local y editaba “Reflexiones en Verano”, un registro de singular creatividad. Ahora, con la misma formación, que incluye a Rodrigo Domínguez y Natalio Sued en saxos, Juan Cruz de Urquiza en trompeta, Francisco Lo Vuolo en piano y Sebastián de Urquiza en contrabajo; el baterista regresa con “Memoria”, su nuevo disco de composiciones propias, otro de los puntos altos del año que termina.
Blossom in swing. Ludmila Fernández. (Independiente)
En su tercer disco solista, Ludmila Fernández apuesta por un repertorio de clásicos de distintas épocas. Y lo hace con creatividad y buen gusto. Suman al conjunto de standards dos temas de la cantante, un blues y una balada, que muestran su más que interesante faceta compositiva. La dirección musical de Rodrigo Agudelo aporta talento a la propuesta, en un año en el que el jazz vocal estuvo casi auente.
La paciencia está en nuestros corazones. Adrian Iaies Trío (20 Misas)
“La posibilidad de tocar una música que esté más cerca de mi raíz y de mi historia es una oportunidad que no quiero desaprovechar”, dice Adrián Iaies, feliz con su nuevo disco “La paciencia está en nuestros corazones”, en el que al frente de su nuevo trío con Facundo Guevara y Diana Arias, se sumerge por primera vez en las aguas profundas del folclore con un puñado de temas propios.
Texturas. Juampy Juarez-Osvaldo Brizuela. (Independiente)
“Improvisación y juego”, dice Juampy Juarez. Y con dos palabras sintetiza con acierto el disco que editó en sociedad con Osvaldo Brizuela, el inquieto artista cordobés. Dos guitarras, un puñado de canciones, pasajes de improvisación a pura creatividad, climas y colores cambiantes; hacen de “Texturas” mucho más que el encuentro de dos virtuosos. La búsqueda misma de un sonido. El afán que desveló a generaciones de músicos y que aquí se plasma en un trabajo de absoluta belleza.
Mayo. Nicolas Ojeda grupo. (Independiente)
Pasaron cinco años entre “Posibles días en sueños”, el primer disco del contrabajista Nico Ojeda y este “Mayo”, su registro del 2018.Tiempo más que suficiente para medir la evolución de un artista inquieto, preocupado por definir una música que lo represente de manera genuina. Con un afiatado grupo, en el que destacan Sebastían Zanetto y Vicky Zotalis, Ojeda produjo uno de esos trabajos que se agigantan en cada escucha.
Línea de tiempo. Ensamble RealBook Argentina. (Club del disco)
“Linea de tiempo”, el último disco del Ensamble RealBook Argentina que dirige Esteban Sehinkman, propone una atractiva cronología que es todo un homenaje al mejor jazz local, desde Oscar Aleman y Walter Malosetti hasta las voces de nuevos compositores como Leo Genovese o Tomás Sanz. El registro, que tuvo su presentación oficial en el CCK, contó con la participación de figuras como Pipi Piazzolla, Juan Cruz de Urquiza, Bernardo Monk, Mariano Sívori, Gustavo Musso y Lucio Balduini.
Pequeñas explosiones hermanas. Salgado y Asociados. (Independiente)
Hay discos que contienen más que música. Traen historia o futuro, tradición o ideas innovadoras. Algunos vienen también cargados de emoción y del más puro sentimiento. “Pequeñas explosiones hermanas” tiene todo eso. Porque no es un trabajo más. Es el disco que Francisco Salgado no llegó a ver, pero que había imaginado como un paso adelante en la rica historia de los Asociados, sus amigos de la música y la vida, que ahora lo editaron con Guillermo Roldán a la cabeza.
Estudio 2. Escalandrum (Warner Music)
Hace un año, sobre finales de octubre del 2017, Escalandrum entraba al estudio 2 del mítico Abbey Road en Londres, para grabar su disco número once. Desde allí, donde el rock de bandas construyó su historia, el sexteto argentino se volvió con uno de los mejores trabajos que produjo en casi 20 años de trayectoria, ahora con el respaldo de Warner Music, que incluyó “Studio 2” en su catálogo.
Gato Barbieri revisitado. Pablo Ledesma Cuarteto. (ICM)
“Gato Barbieri revisitado”, se tituló el notable homenaje que el cuarteto de Pablo Ledesma y Pepe Angelillo grabó sobre finales del año pasado, luego de un único concierto en el escenario mayor del CCK, junto al Mono Hurtado y Carto Brandán y que este año fue editado por el sello marplatense ICM . El disco, que aún no tiene formato físicok cuenta con ocho temas, cuatro del Gato y otros cuatro originales compuestos en su memoria, y constituye un registro de altísima calidad, que se justifica mucho más allá del merecido recuerdo al saxofonista rosarino.
Surtectura. Cecilia Quinteros-Marcelo von Schultz. (Independiente)
Quien busque lo previsible que tome otra dirección. Lejos de garantías de rápida satisfacción, el cello de Cecilia Quinteros y la batería de Marcelo von Schultz plantean en “Surtectura” más interrogantes que respuestas, haciendo que la audición también sea parte del desafío. Una obra continua, que no da respiro. Que avanza sobre el oyente con una energía arrolladora sin dar ni pedir tregua.
Igual. Rodrigo Dominguez (Kuai Music)
En 2015 Rodrigo Dominguez editaba “Limón”, sin dudas uno de los mejores discos de aquel año, al frente de un cuarteto que completaban Ernesto Jodos en piano, Jerónimo Carmona en contrabajo y Carto Brandam en batería. Tres años después con la misma formación e idéntica calidad, el saxofonista presentó “Igual”, diez temas propios para una nueva y singular entrega, con la creatividad y el talento como protagonistas indiscutidos.
Geometría. Pepe Angelillo. (Independiente)
Pocos discos deben haber sido tan esperados en la música improvisada argentina como el solo piano de Pepe Angelillo. El músico de La Plata, coequiper ideal para las aventuras musicales de Pablo Ledesma, venía haciendo su propio camino a la par, profundizando cada vez más en las formas libres. Ya sea a través de proyectos como el recordado “Orillas”, el tremendo disco en vivo del 2014, o en sus incursiones por el universo de Cecil Taylor o Agustí Fernández. Ahora con “Geometría”, un solo piano pleno de sutilezas y riesgo creativo, la deuda comenzó a ser saldada.
Soledades permanentes. Ensamble Kuai (Kuai Music)
Producido y coordinado por Juan Bayón, esta obra es un homenaje al compositor Jorge Lopez Ruíz, en base a su histórico disco “Bronca Buenos Aires” (1969). Escrita entre Bayón, Jazmín Prodan, Andrés Elstein, y Damien Poots, cada movimiento de “Soledades Permanentes” funciona como un espejo extraño de su contraparte original. La meta-obra resultante es el homenaje del colectivo Kuai a uno de los importantes compositores del jazz argentino.